13 enero 2021

Navigli.

Navigli es una zona de canales navegables de la ciudad italiana de Milán. Fueron ideados por Leonardo da Vinci en el siglo XV, con el objetivo de crear una red que llegara hasta el lago de Como e incluso hasta el mar. Facilitó el transporte del mármol usado para la construcción del Duomo.
Naviglio Grande (6-2017).
Con la aparición del ferrocarril, los canales fueron abandonados. En el año 2015, con motivo de la Expo celebrada en Milán, toda la zona fue rehabilitada. Actualmente sólo quedan dos canales: el Naviglio Grande y el Naviglio Pavese. En ellos pueden verse las antiguas barcazas que los surcaban que son usadas como restaurantes flotantes.
Sello de Italia del año 2012 de la Expo de Milán.
Los canales están bordeados por típicas casas de ribera, antiguos lavaderos con techos de madera donde las mujeres lavaban la ropa, tiendas de antigüedades y decenas de locales que invaden con sus mesas los márgenes de estos canales, donde tomar el famoso aperitivo.
Arte urbano en Navigli (6-2017).
Los sábados se despliega un mercadillo de gastronomía regional, libros y curiosidades en general. El último domingo del mes tiene lugar un mercado de antigüedades en las riberas de los canales.
Mercadillo en Navigli (6-2017).
Porta Ticinese es la puerta de entrada sur a Milán. Conmemora la victoria de Napoleón Bonaparte en la batalla de Marengo. Desde ella parte la Via Ripa di Porta Ticinese. En ella se concentran la mayoría de los locales y bares nocturnos de la zona. En el año 2015 el New York Times la clasificó como una de las doce calles más interesantes de Europa.
Tomando una cerveza italiana en Via Ripa (6-2019).
Junto a la construcción medieval de la puerta Ticinese, se encuentra una interesante instalación artística conocida como Muro delle Bambole (muro de las Muñecas). Constituye un símbolo contra los feminicidios y la violencia contra las mujeres.
Muro delle Bambole (6-2017).
Las Colonne di San Lorenzo (columnas de San Lorenzo) son unas de las pocas ruinas romanas que se conservan en la ciudad de Milán. Se trata de 16 columnas corintias de mármol construidas en el siglo II que fueron llevadas hasta allí en el siglo IV para la construcción de la iglesia de San Lorenzo.
Columnas de San Lorenzo (6-2017).
La basílica de San Lorenzo Maggiore es la iglesia más antigua de Milán. Se cree que parte de los materiales con los que fue construida pertenecieron a un antiguo anfiteatro romano. La cúpula se levantó en el siglo XVI. 
Basílica mayor de San Lorenzo (6-2017).
En su interior destaca un fresco de La última cena contemporáneo al de Leonardo, quizás realizado por uno de sus discípulos. Fue cubierta con yeso y hace unas décadas se rescató, de ahí el aspecto deteriorado que tiene.
Fresco de La última Cena (6-2017).
En la plaza frente a la entrada principal existe una copia de la estatua del emperador Constantino cuyo original se encuentra en Roma. Constantino emitió el Edicto de Milán en el año 313, estableciendo el cristianismo como religión oficial del imperio romano y proclamando la tolerancia religiosa.
Estatua del emperador Constantino (6-2017).
La Basílica di Sant’ Ambrogio es la iglesia del santo patrón de la ciudad. Fue construida en el año 1099 enteramente en ladrillo. En su interior se encuentran valiosos objetos como el sarcófago de Stilicione, del siglo V; el altar Áureo, del siglo IX; o los mosaicos en estilo bizantino, de los siglos IV al VIII.
Sello de Vaticano del año 1997 de la basílica de San Ambrosio.
La iglesia de Santa Maria delle Grazie expone en su refectorio el famoso mural de La última cena pintado por Leonardo da Vinci. El 15 de agosto de 1943 los bombardeos anglo-estadounidenses arrasaron el refectorio pero se salvó el mural. En 1980 el conjunto fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. La pintura mide 460 cm de alto por 880 de ancho. Para poder observarla y descubrir sus misterios hay que reservar la entrada con bastante antelación.
Sello de Liberia del año 1971 de La última cena, de Leonardo.
Falstaff es la última ópera compuesta por el músico italiano Giuseppe Verdi. Su libreto en italiano se basa en las obras de William Shakespeare The Merry Wives of Windsor (Las alegres comadres de Windsor) y Henry IV (Enrique IV). Se estrenó en el Teatro alla Scala de Milán en el año 1893. Está considerada como la última de las grandes óperas bufas italianas.
La ópera Falstaff en diferentes formatos (1-2020).
Con el éxito de esta obra Verdi se desquitaba del fracaso que obtuvo con su anterior ópera bufa, Un giorno di regno (Un día de reinado), estrenada también en el teatro alla Scala en el año 1840. La ópera finaliza con el número de conjunto Tutto nel mondo è burla (Todo en el mundo es un engaño). En ella todos los intérpretes de la ópera cantan en estilo de fuga la moraleja de la historia. 
Sello de San Marino del año 2001 de la ópera Falstaff y Giuseppe Verdi.
-Vídeo de la Fuga final, de la ópera Falstaff.
-Página web de turismo de Milán.

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